Queda solamente una semana para la llegada del invierno, esa estación del año odiada por mucha gente pero amada por la mayoría de lectores por ser perfecta para acurrucarte al lado de una estufa, bajo una manta, bien abrigado, … ¡y leer!.
Para ello, en esta entrada, traigo varios libros que harán que pases el invierno pegado a la lectura.
Nuestra primera lectura empieza, ni más ni menos, con una cita de Albert Camús:
En medio del invierno aprendí por fin que había en mí un verano invencible.
La escritora chilena publicó hace solo un año esta novela en la que tres personas, completamente diferentes, sobreviven a un terrible temporal de nieve que cae en pleno invierno sobre Nueva York donde la esperanza en el amor y en las segundas oportunidades hará avanzar la trama.
Una sopa caliente compone el ánimo en la desgracia y el cuerpo en las enfermedades.
Como siempre, Isabel Allende, nos transmite una historia contada de forma sencilla y sentimental.
Aunque si lo que queremos es estar calentitos leyendo, este es el libro adecuado.
Figueroa nos trae calor, mucho calor, en esta novela sobre las capacidades de aguante del ser humano.
Más de cincuenta grados de diferencia podían existir en el desierto entre la máxima temperatura del mediodía y la mínima en la hora que precedía al alba.
Los Tuareg (auténticos hijos del desierto) no tienen rival en cuanto a sobrevivir en las condiciones más adversas y viviremos una aventura con persecuciones y venganzas junto a Gacel Sayah.
Pero imohags como él no no había muchos y por ello el «Pueblo del Velo» respetaba a Gacel ‘el Cazador’, inmouchar solitario que dominaba territorios que ningún otro pretendió nunca dominar.
Nuestra última recomendación, también disfrutable al abrigo de un calentito salón, narra una historia post-apocalíptica sobre el viaje que un padre y su hijo llevan a cabo tras un cataclismo (sobre el que el autor no entra mucho en detalle) que aniquiló la civilización y la mayor parte de la vida sobre la Tierra.
Todo va a ir bien, ¿verdad, papá?
Sí. Todo irá bien.
Y no nos va a pasar nada malo.
Desde luego que no.
Porque nosotros llevamos el fuego.
Así es. Porque llevamos el fuego.
En el intento por parte del padre de proteger a su hijo, nos encontramos con situaciones muy duras y somos testigos de las penurias que van viviendo durante el trayecto en búsqueda de agua, comida, ropa … un hogar.
¿Todavía somos los buenos?.
Sí. Todavía somos los buenos.
Y lo seremos siempre.
Sí. Siempre.
McCarthy escribió esta novela con un estilo muy personal que combina la narración de la historia con los sencillos diálogos entre padre e hijo de forma magistral.
¿Qué harías si yo muriera?
Si tú murieras yo también querría morirme.
¿Para poder estar conmigo?
Sí. Para poder estar contigo.
En definitiva, tres títulos perfectos para sobrevivir a la estación más fría del año.